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Normalmente los usuarios utilizan los DNS proporcionados por la operadora. Puede que la conexión de Internet funcione bien sin necesidad de cambiarlos y no vamos a tener ningún problema. Sin embargo en ocasiones podríamos tener problemas de velocidad y uno de los cambios que podríamos realizar es cambiar los servidores que utiliza nuestra conexión.

Además, al cambiar por otros servidores DNS también podemos mejorar la seguridad y privacidad. Hay opciones que protegen estos dos factores que son tan importantes en Internet. Pueden incluso bloquear el acceso a sitios web inseguros, algo que podría ser interesante si queremos que algún usuario de la red descargue malware. Es cuestión de buscar cuáles nos convienen más y aprovechar también esta posibilidad como complemento para proteger nuestros sistemas y evitar la entrada de software malicioso.

Podemos nombrar algunas opciones muy populares como son los DNS de Google o los de Clouflare. Son muy utilizados y muchos usuarios los cambian en sus equipos. Esto es algo que podemos hacer fácilmente en sistemas operativos como Windows. También en otros tanto en equipos de escritorio como en dispositivos móviles.

De esta forma, al cambiarlos, podemos lograr una mayor velocidad en ocasiones. Podemos cargar más rápido una página web o no tener fallos al intentar acceder a un determinado servicio o plataforma online. Incluso, como hemos visto, mejorar también la seguridad y privacidad al conectarnos a la red. Pero esto solo tendría efecto en el propio dispositivo y no en la red general.

Hay que recordar que los servidores DNS actúan como traductores básicamente. Es decir, sirven para que los usuarios recuerden únicamente el nombre de una página en vez de la dirección IP correspondiente. Por ejemplo, solo tenemos que poner redeszone.net en vez de recordar una larga secuencia de números. Los servidores DNS actúan como una guía telefónica y se encargan de traducir esa información.


Hemos explicado que tenemos la opción de cambiar los DNS desde nuestro ordenador, como por ejemplo podríamos hacer en Windows 10. Es un proceso sencillo y rápido. Ahora bien, con esto lo que vamos a conseguir es que nuestro ordenador utilice otros DNS que hayamos puesto, pero no el resto de la red.

El router va a seguir utilizando los servidores de la operadora o los que tenga configurados. Es posible que nos interese cambiarlos y que todos los dispositivos, salvo que se configuren específicamente, puedan aprovecharse de esos servidores que hemos cambiado. Esto lo podemos lograr fácilmente. Simplemente vamos a tener que acceder a la configuración del aparato y desde allí entrar en la sección correspondiente.


Hay que indicar que estos pasos que vamos a mostrar podrán variar ligeramente según el modelo de router que tengamos, pero será muy similar. Lo primero que hay que hacer es entrar en el dispositivo, para lo que vamos a necesitar conocer la puerta de enlace predeterminada.

Generalmente la puerta de enlace predeterminada para acceder al router es 192.168.1.1, pero podría ser otra diferente según nuestro modelo. Para averiguar cuál es exactamente podemos ir a Inicio, accedemos al Símbolo del sistema y ejecutamos el comando ipconfig. Allí nos mostrará una serie de datos relacionados con la red, entre los que se va a encontrar la puerta de enlace predeterminada.

Simplemente tenemos que apuntarla y abrirla desde el navegador. Nos solicitará una contraseña, la cual suele ser del tipo admin, admin123, 123456 y similares. El router suele tener una clave genérica para acceder a él. Eso sí, nuestro consejo siempre es cambiar esa contraseña y, al igual que haríamos con la del Wi-Fi, generar una totalmente aleatoria, que cuente con todo tipo de símbolos y sea totalmente segura.


Una vez hayamos podido acceder al router, lo siguiente será cambiar los DNS. Este es nuestro objetivo final. Es un proceso rápido y sencillo. Normalmente habrá que acceder a la configuración avanzada del terminal. Hay que ir al menú y seleccionar la opción correspondiente.

Cuando estemos dentro iremos a ajustes, conexiones, opciones avanzadas o algún término similar, según el router que estemos utilizando. Pero lo que vamos a necesitar buscar es DNS y DNS Server o Servidores DNS.

Después de acceder a este apartado nos encontraremos con una imagen como la que vemos arriba. Nos mostrará los DNS que estamos utilizando, que serán generalmente los de la operadora. Lo que nos interesa en este caso es cambiarlos por otros, como podrían ser los de Google, Cloudflare o los que queramos usar según nuestro objetivo.

Tendremos que poner tanto los DNS primarios como los secundarios. Posteriormente tendremos que darle a aceptar y aplicaremos los cambios. A partir de ese momento los servidores DNS que utilizará nuestro router serán otros.

Debemos ser conscientes de que este parámetro es muy importante, por lo que no debemos cambiarlo por cualquiera que se nos ocurra o veamos. Hay que asegurarse de que realmente va a mejorar nuestra conexión de Internet y, en caso de que notemos problemas, volver a los originales o utilizar otros distintos. Hay una gran cantidad de servidores DNS públicos, pero no todos van a funcionar igual en determinadas ocasiones.

En definitiva, siguiendo estos pasos que hemos mencionado podremos cambiar los DNS desde el router. Es algo que podemos tener en cuenta en determinadas ocasiones si vemos que la conexión de Internet no funciona bien y buscamos una mayor velocidad. Lo podemos cambiar fácilmente y además tenemos un amplio abanico de opciones disponibles.