Zona Satelite!!

Importantísimos en todas las dietas, los cereales integrales, esto es, los no tratados o refinados, mantienen todas sus propiedades nutritivas y ofrecen un elevado porcentaje de fibra, beneficiosa particularmente para el corazón y el aparato digestivo. Los datos a favor de los integrales son contundentes: una taza de arroz entero contiene cuatro gramos de fibra, tres más que la misma cantidad de arroz blanco; los macarrones integrales duplican su contenido frente a los normales; y una pieza de pan integral proporciona doble cantidad de fibra que la misma cantidad de pan blanco.
Basta con tomar una ración de cereales integrales en el desayuno o con empezar a consumir pan, arroz y pastas integrales para mejorar la salud y reducir el riego de contraer ciertas enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Entre los nutrientes que contienen está la vitamina E, el complejo vitamínico B y minerales como selenio, zinc, cobre...
Aunque los cereales integrales son muy beneficiosos para la salud, tampoco es recomendable ingerir cantidades excesivas (más allá de 25 g), especialmente si están crudos, como es el caso, por ejemplo, del salvado sin procesar. Esto se debe a que la fibra, que generalmente se elimina durante la molienda, contiene unas sustancias llamadas fitatos. Los fitatos reducen la absorción y la utilización por parte del organismo de varios minerales (como el calcio y el zinc). Las enzimas de la levadura (presente en el pan) y los métodos de procesamiento de alimentos que requieren calor, como el que se emplea para obtener cereales de desayuno a base de salvado, destruyen casi todos los fitatos. Para la mayoría de la gente, las dosis de fitatos presentes en su dieta no son un problema.