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Eléctricos no, híbridos sí; 3 razones por las que esta marca los elige para su futuro.

Todo avanza en pro de los coches eléctricos. Un camino que se busca de la mejor manera con la única intención de obtener la neutralidad de emisiones, y de la que en estos momentos se profundiza en diferentes segmentos. De todos modos, y a pesar de que la mayor parte de las marcas ya se están moviendo a esta dirección, hay firmas que no quieren este tipo de tecnología. Y una es, ni más ni menos, que Toyota.
Toyota no quiere la imposición del coche eléctrico

Los coches eléctricos son el futuro, o al menos eso quieren los políticos. Sin embargo, algunas de las principales compañías automovilísticas están empezando a oponerse esta transición que se está dando, «demasiado rápida».

Es ahí donde algunos fabricantes ya están empezando a dudar abiertamente ya no tanto del coche eléctrico per se, sino de la imposición de una tecnología frente a otras. Ningún fabricante se cierra en banda al coche eléctrico, ni siquiera Toyota o Mazda, las dos voces más críticas con el coche eléctrico, pero casi todos los fabricantes juegan a dos bandas.

Por una banda, desarrollan y ponen a la venta cada vez más nuevos modelos eléctricos de batería. Así, ya sea con más o menos éxito, casi todos tienen alguna propuesta eléctrica o toda una gama. Y por otra, invierten en otra tecnología, ya sea hidrógeno o e-fuel.
Creen que lo mejor es la combinación de tecnologías

Y aquí, justamente, hablamos de marcas como la de Toyota. Es así que la japonesa se ha manifestado desde el primer momento muy en contra de los coches eléctricos. El fabricante japonés considera que, aún, no son la mejor opción de movilidad para el futuro. Mientras que el resto de competidores se han movido a esta tecnología, la marca nipona se ha centrado siempre en los híbridos, dando la apariencia de quedarse rezagada.

Ahora, Toyota está empezando a avanzar en este camino con el desarrollo de su primera plataforma para vehículos eléctricos. Sin embargo, sigue sin dar el salto a una gama totalmente eléctrica, y ahora utiliza la ciencia para decir a los extremistas de los vehículos eléctricos que están equivocados.

Es así que quien es el científico jefe del fabricante de nipón, afirma que la mejor estrategia para un futuro sostenible es la combinación de vehículos eléctricos, híbridos y otras tecnologías ecológicas, y no apostarlo todo al coche eléctrico de batería.

Es más; el Gobierno japonés ha anunciado su objetivo de tener circulando 200.000 vehículos de pila de combustible en 2025, y 800.000 en 2030. Los datos de Toyota hablan de unas 160 estaciones de servicio de hidrógeno en territorio japonés, y las elevan a 320 en 2025 y hasta 900 para el horizonte 2030.

Mazda o BMW también se suman a este parecer

De esta forma la firma retoma su estrategia multitecnología que le permite ir descartando caminos y optando por los más demandados por los compradores.

Así, incluso durante el reciente Salón de Tokio llegaron a presentar un kit de hibridación para automóviles de gasolina, una solución parcial que permitiría seguir utilizando los antiguos coches de combustible a la par que reducir sus emisiones contaminantes.

De todas maneras, un inciso; porque lo cierto es que Toyota no rechaza en su totalidad al coche eléctrico, sino que considera que se debe hacer un enfoque más diversificado. Además, predice una escasez mundial de litio, que es el material más importante utilizado en las actuales baterías de iones de litio de los 100% eléctricos puros, los híbridos y los híbridos enchufables.

Es más; la marca nipona sí que tiene en el mercado un coche eléctrico, pero no ha dado los resultados esperados, lo que hace porque también este pensamiento cobre aún más fuerza. Es el caso del Toyota BZ4x, su primer modelo eléctrico, del que solo se han vendido 1.200 unidades en el mundo. Modelos como el Toyota Mirai, que apuesta por el hidrógeno y la pila de combustible, solo han vendido 2.000 unidades.

En su caso, y siguiendo este parecer, se encuentran marcas como Mazda o BMW, que dicen que no se debe abandonar al coche de combustión. Y lo dicen muy claramente: «si no vas a vender motores de combustión, alguien sí lo hará», como dijo Olivier Zipse, del fabricante alemán. «Solo con el motor de seis cilindros estamos reduciendo más que nunca las emisiones de CO2 con un cambio de generación», recalca.