Catedral de Burgos - Castilla y León

[papo1]

Catedral de Burgos
Castilla y León


burgos

La Capital Española de la Gastronomía en 2013, y uno de esos destinos que no hay que dejar de ver, según The New York Times, no entiende, sin embargo, de modas. La historia y el arte han sido generosos con Burgos, que encuentra en su catedral mucho más que un símbolo. Las torres de la fachada principal, coronadas con esbeltas agujas, y el cimborrio octogonal que sirve de linterna del crucero dibujan un perfil inconfundible. Su construcción, ejemplo del mejor gótico español, comenzó en 1221 a instancias de Fernando III El Santo, según el modelo de las catedrales franco-normandas, si bien las obras se prolongaron durante varias centurias, de ahí que presente elementos decorativos renacentistas y barrocos. La puerta del Sarmental, precedida de una escalinata, y la puerta de la Coronería, con una representación del Juicio Final, son los accesos de mayor interés. Robustas columnas elevan la nave central para revelarnos un interior magnífico. Su bóveda de estrella calada, la sillería del coro, la capilla del Condestable de estilo gótico-isabelino, la escalera dorada, en el brazo izquierdo del crucero, de Diego de Siloé, y el retablo del altar mayor de la capilla de Santa Ana, obra de Gil de Siloé, merecen toda la atención. También dos de sus habitantes: el Papamoscas, escultura que forma parte de un reloj, y el Cid Campeador, cuyos restos reposan aquí junto a los de Jimena, su esposa.