LOS NUEVOS USUARIOS REGISTRADOS DEBEN DE PRESENTARSE  PARA VER TODO EL FORO EN
PRESENTACIONES DE NUEVOS USUARIOS

"El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 Regreso a Chabarowsk 1/4(El paso por el Valhalla)

Iniciado por Serjey, Ago 19, 2017, 17:54:33

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

Serjey

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza la tierra que les fue arrebatada ahora volvía a
  •  

finlei

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza la tierra que les fue arrebatada ahora volvía a Granada vuelvo a mi hogar
  •  

Serjey

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

Serjey

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

finlei

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.
Al salir del puerto empezaron
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.
Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.

Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien debía capitanear las huestes, no
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

Serjey

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.

Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien debía capitanear las huestes, no era fácil elegir al héroe
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.

Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien debía capitanear las huestes, no era fácil elegir al héroe, el adalid que iba a
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.

Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien debía capitanear las huestes, no era fácil elegir al héroe, el adalid que iba a conducirlos a la gloria, aquel que los llevaría a la batalla y les haría alvanzar el deseado Valhalla.
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.

Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien debía capitanear las huestes, no era fácil elegir al héroe, el adalid que iba a conducirlos a la gloria, aquel que los llevaría a la batalla y les haría alzanzar el deseado Valhalla. Sinembargo, pero primero deberían probar
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

mencey59

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza, la tierra que les fue arrebatada, ahora volvía a Granada, vuelvo a mi hogar, el mismo que me vio nacer, pensaban los aguerridos soldados. Aquella vuelta no era sino, el principio de su nuevo devaneo con la Diosa fortuna.

Al salir del puerto empezaron a tener dudas sobre quien debía capitanear las huestes, no era fácil elegir al héroe, el adalid que iba a conducirlos a la gloria, aquel que los llevaría a la batalla y les haría alcanzar el deseado Valhalla. Sin embargo, primero deberían probar su valía en el combate.

De pronto, aparecieron por babor y favorecidos por el viento que soplaba de barlovento dos jabeques que se disponían a abordar la nave de Nicolovsky. Con una maniobra rápida, viró por avante, logrando eludir la embestida de una de las naves, pero eso le hizo perder el trinque. El abordaje era inminente, los piratas conocían su oficio y utilizaban todo tipo de trucos que les daban ventaja en los abordajes. Empezaron a lanzar los garfios, sabiendo que les era suficiente con amarrar el otro extremo de la cuerda a su propio barco y tirar de ella hasta acercarse lo suficiente para saltar sobre la cubierta. Amadrinadas las embarcaciones aparecieron por doquier decenas de piratas armados hasta los dientes. Si más, Nicolovsky arengó a sus guerreros y se dispusieron a luchar, por fin podrían demostrar su valor.

Un fuerte estruendo de oyó por estribor, era la nave de Xio que embestía a uno de los jabeques rompiéndole cuadernas y burlacamas, hiriéndolo de muerte, se fue a pique en pocos minutos.
Salud y larga vida
Para agradecer
  •  

Powered by EzPortal